Soulbound: Aids of Sigmar (parte 3)

¿De qué va este juego?

Vale, quizá debería haber empezado por aquí cuando me decidí a compartir ayudas para este juego. En lugar de eso opté por delegar dicha resposabilidad al colectivo lector, invitándole a buscar reseñas en Youtube. Hoy voy a hacer una breve introducción sobre de qué va este juego y compartiré una ayuda relacionada con la creación del personaje: el Rito de Vinculación (Soulbound significa algo así como Alma Vinculada).

Igualmente, os voy a recomendar una lista de vídeos que (y esto son gustos personales, que nadie se me enfade) son mis favoritos. Cuando terminéis de leer esta entrada, si queréis, podéis pinchar aquí y echarle un vistazo. El canal El Guardián de los Arcanos (que la mayoría conoceréis) lleva ya muchos meses reseñando al detalle los libros de esta colección. Y, si bien es cierto que hay algunos pocos canales más que han reseñado el manual básico, no he encontrado ninguno que le esté dedicando tanto amor a este juego como el canal que os comento. No conozco a su creador, simplemente me gusta el trabajo que hace.

Por otro lado, respecto al trasfondo del juego, especies, ciudades, facciones, historia… os animo encarecidamente a que visitéis la Sigmaroteca. Es una fuente vastísima de información en castellano que se va actualizando cada día.

Y ahora sí, vamos al lío. Soulbound, ¿de qué va este juego? Resumiendo en una frase: es un juego de alta fantasía muy épica. Es decir, mientras que en Warhammer Fantasy solemos ser unos mindundis que tragamos más mierda que un desagüe (lo cual es super divertido), en Warhammer Soulbound seremos un grupo de élite muy poderoso, creado específicamente para llevar a cabo misiones para los mismísimos dioses (lo cual es… pues super divertido). Antes de entrar en detalles creo importante destacar que, como ambientación de alta fantasía, la magia está por todas partes, a menudo mezclada con tecnología steampunk; existen muchas especies, culturas y facciones distintas a la hora de crear el personaje, al igual que muchos poderes y capacidades con los que desarrollarlos a lo largo de una campaña; los dioses son reales y «caminan» por la tierra, para que nos entendamos, al igual que todo tipo de criaturas fantásticas y demonios del Caos (cuya corrupción, por cierto, en este juego es curable y reversible).

Trasfondo del juego

La historia y el trasfondo del juego son vastísimos, así que voy a intentar resumirlo y podéis rellenar los huecos con vuestros conocimientos genéricos sobre fantasía. Va a haber cosas inexactas o información omitida de forma deliberada, que nadie se escandalice, es para ir al grano.

Era de los Mitos

  • Los dioses del Caos (los malos malísimos siempre) ganaron y destruyeron el Viejo Mundo de Warhammer Fantasy. Tras la explosión del Mundo-que-fue, como se lo conoce ahora, los distintos tipos de magia se separaron y se dispersaron por el universo, creando un mundo nuevo cada uno de ellos. Por este motivo, ahora existen 8 mundos (llamados Reinos).
  • El Dios-Rey Sigmar y algunas otras entidades y dioses poderosos lograron sobrevivir y quedaron aletargados, pero cuando despertaron fueron reunidos por Sigmar y crearon un panteón de dioses. Colaboraron todos juntitos para ayudar a los nuevos pueblos y especies a evolucionar y prosperar.
  • Con la evolución y la prosperación llegó la corrupción… y los dioses del Caos volvieron a meter las narices en esta esquina del universo.

Era del Caos

  • Después de currárselo un montón, los dioses del Caos consiguen que los dioses del panteón de Sigmar se peleen entre ellos y se vaya todo al garete.
  • Lanzan todas sus fuerzas contra los 8 Reinos y los terminan conquistando en gran parte.
  • Sigmar, enfadado y enfurruñado porque las cosas no han salido como quería (y porque el campeón del Caos le ha ganado en una pelea face to face), abandona los Reinos con toda la gente que le puede seguir en ese momento y se encierra en el Reino Celeste Azyr, el único al que todavía no habían entrado.
  • Durante siglos, lleva a cabo una purga en el Reino de Azyr para eliminar todo lo que huela a corrupción del Caos (aunque sean pareidolias, por si acaso a la hoguera) y elabora un plan para volver y vengarse: crea unos guerreros casi inmortales llamados Forjados en la Tormenta, mediante un ritual de forja mágica que consiste básicamente en meter un alma en una armadura (bueno, también reciben un cuerpo de aspecto humano, pero ya os digo yo que estos no se quitan la armadura ni para dormir).
  • Cuando Sigmar cree estar preparado se baja a los otros 7 Reinos con toda la artillería y comienza a recuperar el terreno perdido.

Era de Sigmar

  • Estamos en esta era. Poco a poco, el panteón del Orden (los aliados que le quedan a Sigmar) van recuperando el mundo de las manos del Caos, mientras de vez en cuando se pelean entre ellos (porque se llaman Orden, pero hay una de follones ahí dentro que no veas…).
  • El dios supremo de la Muerte, Nagash, antiguo compañero de Sigmar, ha forjado su propio panteón y se ha obcecado en convertir a todos los seres vivos en marioneta no-muertas (dice que así el Caos no va a tener dónde agarrarse). Es todo un personaje.
  • Gorkamorka, el dios de la Destrucción, está muy cabreado con todo el mundo y no parece que nadie lo vay a bajar de la burra. Ni panteones, ni hostias, hay que reventar todo lo que encontremos, porque sí (y eso hacen los que le sirven).
  • Los dioses del Caos, por su parte, siguen con lo suyo e intentan mantener o recuperar todo el territorio que pueden.

¿Y esto del Soulbound de dónde sale?

Lo que viene a continuación es un resumen de la página 7 del libro Soulbound: Champions of Order.

Durante la Era de los Mitos, en el auge de poder del Panteón del Orden, el Dios-Rey Sigmar propuso al resto de sus compañeros la creación de una nueva orden: los Almas Vinculadas (Soulbound). La idea era que fuesen una unidad de élite, formada por los mortales más capaces y valerosos. Sería un grupo cuya mayor fuerza recaería en su heterogeneidad, dotándolos de una gran capacidad de adaptación y recursos para todo tipo de situaciones, tanto en el campo de batalla como en el de la diplomacia. De este modo, podrían hacer frente a todo tipo de conflictos y llegar allí donde no pudiera hacerlo un ejército. Pero Sigmar no tenía el poder suficiente para llevar a cabo una empresa tan ambiciosa, por lo que pidió consejo al resto del Panteón y, ya de paso, una ayudita mágica.

Teclis el Iluminador fue el primero en responder, pues ideó un ritual mágico con el que forjar un vínculo místico entre las almas de un pequeño grupo de mortales, y para él este reto arcano era lo bastante estimulante como para comprometerse a llevarlo a cabo. Así fue como creó el Ritual de Vinculación.

Grugni, el dios Duradin de la forja, vio el potencial de un gran poder en esas almas vinculadas, y propuso inflamarlas con el fuego de su forja. Arderían con más fuerza que cualquier fragua, y así fue como obtendrían el poder llamado Fuegoalma.

Alarielle, la diosa de la Vida, sentía pena por los mortales que se iban a convertir en Almas Vinculadas, pues les esperaba una vida de lucha y sufrimiento. Así pues, insuflaría vida en sus frágiles cuerpos. Tendrían energía para realizar tareas imposibles, sus heridas se cerrarían prácticamente solas y nunca envejecerían. Pero la vida se paga con más vida, por lo que vivirían eternamente pero nunca podrían tener descendencia.

Malerion, el Rey Sombra, otorgó guardas protectoras de oscuridad e ilusiones, para proteger las almas del Vínculo de la locura y la corrupción del Caos. De este modo, jamás se volverían en contra del Panteón.

Morathi, la autodenominada Alto Oráculo de Khaine*, Señor del Asesinato, pensó que sería buena idea disponer de un lugar al que enviar a aquellos de los que quisiera deshacerse, con la excusa del «honor» de servir en un Vínculo. Fortaleció el vínculo entre las almas con venas carmesí de sangre mágica, estableciendo así una relación simbiótica que permitiría a cada una de ellas usar el Fuegoalma del resto.

Gorkamorka, el dios Orruk, que no quería quedarse fuera de la diversión, lanzó un terrible grito hacia el ritual. De este modo, los Almas Vinculadas no oirían jamás un alarido tan terrorífico, templándose así su voluntad para siempre.

Finalmente, Sigmar se acercó al Gran Nigromante, Nagash. El osificado soberano sonrió con aprobación ante la creación del panteón y se deleitó con la inevitabilidad de que almas tan poderosas acabaran cayendo bajo su control. Pero el Dios-Rey rechazó el mandato de Nagash, alegando que unas almas tan nobles no serían esclavas cuando llegara su hora de descansar. Nagash se enfureció, pero aceptó una condición: cuando un miembro del Vínculo cayera, sus almas se harían añicos. Si él no podía tenerlas, nadie lo haría. Sigmar frunció el ceño con desagrado, pero aceptó: mejor el olvido que la servidumbre de los no muertos. A partir de entonces, Nagash vigiló de cerca el ritual. Afirmaba que se aseguraba de que se cumplieran sus exigencias, pero en secreto estaba espiando el trabajo de Teclis, observando cómo el gran mago unía almas mortales tan dispares: una habilidad que el Nigromante pondría en buen uso en los siglos venideros.

Y así fue como se creó el Ritual de Vinculación y la orden de los Almas Vinculadas.

*En la continuidad actual, Morathi se ha convertido en una diosa y se ha autoproclamado Reencarnación de Khaine. El juego de rol Soulbound se publicó antes de estos hechos.

El Rito de Vinculación hoy

En la Era de Sigmar, el Panteón del Orden ya no es lo que era. Nagash y Gorkamorka se fueron cada uno por su lado. Y el resto de los dioses, si bien se mantienen como aliados de Sigmar, tienen sus propios problemas y sus propias metas (a menudo ocultas a los demás).

En todo caso, cualquiera de los dioses que estuvo presente el día en que Teclis creó el ritual, puede reproducirlo. Pero cada uno de ellos deja una huella distinta en los Vinculados que crea.

Los personajes de los jugadores, son mortales que han sido elegidos para ser Almas Vinculadas. Cuando comienza la aventura, generalmente, se presupone que el Vínculo es reciente. También es posible que haya personajes Forjados en la Tormenta (Stormcast Eternals). Los Forjados no pueden formar parte del Vínculo, pues sus almas están ya moldeadas por los relámpagos del Dios-Rey en la Forja del Apoteosis, y ya son inmortales. Pero es muy común que un Forjado se una a un grupo de Vinculados, como parte del mismo grupo, ya sea para ayudarlos, para vigilarlos de cerca y que no traicionen los intereses de Sigmar, o por ambas cosas a la vez.

Una ayudita

A continuación, la traducción de una serie de tablas para establecer cómo se creó el Vínculo, qué le ocurrió a cada uno de los personajes, y cuáles son las conexiones entre ellos. Material proveniente tanto del libro básico como del Champions of Order.

Y eso es todo por hoy. ¡Nos leemos!

Deja un comentario